Casi siempre presentamos los consejos en positivo. Pero a veces resulta útil verlo todo desde el otro lado. En FreelanceFolder nos sugieren unas cuantas recetas infalibles para fracasar como profesionales. Nosotros hemos seleccionado las mejores, y las hemos formulado a nuestra manera.
Sigue este manual de peores prácticas al pie de la letra y te garantizamos que tu actividad freelance se derrumbará en menos de un mes:
1. No concedas demasiada importancia a la fecha de entrega
La fecha de entrega no es algo fijo, que siempre haya que cumplir. Debes tomártelo, más bien, como una sugerencia, algo meramente orientativo.
Si puedes llegar a tiempo, bien; si no, no te apures…
2. Responde a tus clientes sin prisa
Deja que tus clientes esperen un poco antes de responder a sus peticiones. De esta forma valorarán mejor tu trabajo y pensarán que eres un profesional muy solicitado.
No contestes el teléfono. Puede desconcentrarte. Deja que suene y sigue a lo tuyo. Al día siguiente, o pasados unos días, quizá puedas devolver la llamada.
Nunca utilices un contestador, ni un buzón de voz para recoger las llamadas a las que no puedes responder. Si tus clientes están realmente interesados, y el asunto es urgente, volverán a intentarlo. ¿No crees?
3. No hagas lo que el cliente te pide, sino lo que a ti te parece mejor
Tú eres mucho más listo/a que tu cliente, y además tienes mejor gusto. Así que, si vuestras opiniones entran en conflicto, ni siquiera te molestes en discutir: haz lo que a ti te parece mejor.
Te sentirás feliz, y el proyecto será un éxito rotundo. Puede que incluso consigas cobrarlo…
4. Libera tus emociones. Suéltalo todo
Si un cliente te cae mal, házselo saber. Si crees que está enfocando de forma incorrecta el proyecto, échaselo en cara cuanto antes, de forma directa y contundente, sin paliativos. Dile, por ejemplo: “Esto lo estás planteando fatal. Se ve que no sabes de lo que hablas”.
Si hay algo que te saca de quicio, no te lo guardes para ti. En cuanto tengas la oportunidad, suéltalo todo. Da rienda suelta a tus emociones. Después de desahogarte con tu ahora ex cliente te sentirás mucho mejor.
5. Dedícate a tus cosas
Tus cosas son tan importantes como las de tus clientes. O más. Así que, si tienes algo que hacer, no lo dudes: abandona el proyecto y dedícate a lo tuyo.
Arregla ese grifo, limpia el ratón, quítale polvo a la alfombrilla, sal a dar una vuelta, cómprate ese jersey rojo que viste el otro día, repara esa mesa que todavía cojea… Más adelante, cuando hayas terminado, podrás dedicarte al trabajo.
6. Echa otra partidita antes de ponerte a trabajar
Nunca interrumpas una partida para ponerte a trabajar. Seguro que te encuentras en el momento más interesante. Aprovéchalo. Sigue hasta que consigas terminar el juego. Entonces tendrás tiempo de sobra para el proyecto.
7. Ver la tele es fundamental
Tienes que estar al día, y los programas de la mañana son los mejores. Eso lo sabe todo el mundo. Así que no te pierdas ni uno. Lo mejor es que vayas saltando de uno a otro con el mando a distancia. Si acaso, puedes aprovechar los cortes publicitarios para echarle un vistazo al trabajo.
Si consideras que la oferta televisiva no es suficiente, contrata algún canal de pago.
8. No te levantes de la cama hasta que no hayas descansado lo suficiente
¿Cuánto es lo suficiente? Depende. El mínimo son 8 horas, pero si duermes 10, 12 ó 14 horas te encontrarás mucho mejor.
Es mejor no agobiarse por la mañana, así que no utilices despertador. Levántate cuando te lo pida tu cuerpo. Lo ideal es meterse en la cama sin prisa, a eso de las 3 de la mañana, y levantarse a la hora del almuerzo.
Come bien, sin prisa, y después, empieza a pensar en el trabajo. Si todavía estás cansado, piensa en echarte una buena siesta reparadora. Tardarás un poco en arrancar, pero después tu rendimiento será brutal…
¿Se te ocurre alguna otra pésima idea?
Puedes leer el artículo 10 Ways To Make Your Freelance Business Fail, publicado por Laura Spencer en FreelanceFolder.